Los protocolos de higienización en oficinas, centros educativos y espacios comerciales han permanecido en primer plano tras la experiencia de los últimos años. Hoy se enfatiza la claridad de los procedimientos, la trazabilidad de las intervenciones y la combinación de métodos tradicionales con soluciones tecnológicas.
Elementos de un protocolo efectivo
- Identificación de puntos críticos: mesas, manillas, botones, zonas de tránsito y superficies de mayor contacto.
- Frecuencia y registro: establecer calendarios de tareas y registros digitales de cada intervención.
- Productos y métodos adecuados: selección de desinfectantes homologados y técnicas (nebulización, pulverización dirigida, limpieza manual especializada).
- Formación y equipos: personal formado y equipamiento de protección individual (EPI) y herramientas específicas.
Medición y comunicación
Incluir indicadores de desempeño (KPIs) —por ejemplo, tiempo medio de respuesta, número de incidencias y resultados de mediciones microbiológicas— ayuda a mejorar la calidad y a comunicar de forma transparente el valor del servicio a clientes y empleados.
En resumen, los protocolos de higienización modernos combinan planificación, formación y tecnología para proteger la salud de las personas y mantener entornos de trabajo funcionales y seguros.